Con una extensión de 1.865 kilómetros cuadrados, y poco más del millón de habitantes, Isla Mauricio no llegó a registrarse en la cartografía hasta entrado el siglo XVI, y antes de ese momento sólo algunas expediciones árabes fondeaban en ella para abastecerse de frutos, agua y alguna caza para comer. Eran gentes que, al igual que muchos otros, talaron bosques de ébano que en aquellos días invadían toda la isla. Sin embargo, fueron los navegantes portugueses quienes se animaron a quedarse por un tiempo en este precioso lugar, aunque pronto lo abandonarían sin pena ni gloria, no sin antes participar en la extinción de uno de sus pájaros más emblemáticos: el Dodo.
Se dice que esta ave en lugar de volar caminaba como un pato, ponía un solo huevo en cada puesta y vivía en un mundo sin depredadores. Poco más se sabe del extinto dodo. Incluso su hombre tiene una historia confusa, aunque es probable que provenga de una frase del holandés para designar las plumas de su cola. Cazada sin tregua, la especie desapareció de esta isla en el siglo XVII, menos de 100 años después de la llegada de los colonizadores. Hasta la fecha, todavía no se ha podido encontrar ningún esqueleto completo de gracioso animal.
El reciente hallazgo en Mauricio de los restos de unos 20 dodos, junto con los fósiles de un millar de tortugas y decenas de otras especies aviares y vegetales, promete revelar más cosas sobre dichas aves y su entorno. Todos los huesos aparecieron en el mismo estrato de tierra y tienen una antigüedad de 3.000 años. Kenneth Rijsdijk, del Servicio Geológico de los Países Bajos, dice que el hallazgo demuestra que los árboles del tambalacoque y del ébano, que ahora sólo existen en el interior de las montañas de Mauricio, en otro tiempo florecían también en los llanos, y que los dodos se alimentaban de sus frutos. Los análisis que se están llevando a cabo sobre la mencionada ave con carbono 14 deberían determinar si estos animales murieron por un suceso catastrófico, como una inundación provocada por una tormenta, o por cualquier otra cosa.
También dicen que cuando el último dodo desapareció de Isla Mauricio más de uno lloró por su rápida despedida. Así cuentan algunos nativos el desastre ecológico ocurrido varios siglos atrás acerca del dodo. “Se trataba de un pájaro feo, torpe, con un pico grotesco, unas patas demasiado fuertes para su tamaño, y una cola con plumas desgarbadas”. Los primeros marineros que lo descubrieron lo llamaban walghvogel, que significa pájaro nauseabundo. Según unos, el dodo fue muerto a palos por los propios marineros que arribaban a esta isla con el propósito de colonizarla, aunque hace ya de eso más de cuatrocientos años. Sin embargo, las últimas investigaciones acerca de este pájaro demuestran que no fueron los marineros quienes exterminaron al dodo, sino las ratas y los monos que les acompañaban cuando llegaron a la isla. Un viejo ejemplar disecado del gran pájaro se quemó accidentalmente en el museo de Londres, por lo que en la actualidad, y por desgracia para esa ave paticorta, sólo quedan algunos dibujos de ella, así como el recuerdo de que fue un raro ejemplar exclusivo de Isla Mauricio.
Se sabe que su pariente más cercano, de tamaño bastante más pequeño, vive en unas islas del sureste asiático, a miles de kilómetros de distancia. Un antepasado de ambos debió de sobrevolar el océano hace millones de años y, una vez en Isla Mauricio, país frondoso y abundante en semillas y frutas, donde probablemente no le molestarían los depredadores, acabó convirtiéndose en el dodo: un pájaro grande e incapaz de volar. En lugar de volar, el dodo caminaba como un pato, ponía un solo huevo en cada puesta y vivía en un mundo sin depredadores. Poco más se sabe del extinto pájaro. Incluso su hombre tiene una historia confusa, aunque es probable que provenga de una frase del holandés para designar las plumas de su cola.
Pero no hay que entristecerse del todo ya que al final fue adoptado como símbolo en el escudo oficial del país.
GUÍA VIAJERA:
Para entrar en Mauricio solo se necesita el pasaporte en vigor con la fecha de caducidad no inferior a seis meses, así como el pasaje aéreo de regreso. La compañía aérea Air Mauritius (Tel: 915479990 ) en colaboración con Air France, vuela desde diferentes ciudades españolas, vía París, y otras ciudades europeas hasta Mauricio todos los días.
La isla se encuentra localizada en el paralelo 21º y por debajo de la línea del Ecuador. Está al suroeste del océano Indico y a 900 kilómetros de Madagascar, muy cerca de la Isla Reunión y de la pequeña isla Rodrigues, que pertenece a Mauricio). Ofrece un clima templado con temperaturas suaves que no superan nunca los 35º centígrados, y con un mínimo de riesgo de ciclones, aunque las lluvias acostumbran a hacer acto de presencia en cualquier momento del año, pues es un fenómeno característico de estos países del trópico. La temporada más fresca en la isla va de mayo a octubre, y la temperatura que ofrece el agua del mar nunca baja de los 22 º centígrados.
Tiene una extensión de 1.865 kilómetros cuadrados, y a pesar de haber sido una colonia británica, la influencia inglesa nunca caló tan profundamente como la francesa, como queda reflejado en el idioma y en muchos de los recuerdos que hay en el país. Las tarjetas de crédito son admitidas en la mayoría de los establecimientos, siendo el horario habitual de los comercios de 09:00 h a 16:00 h, de lunes a viernes, y los sábados abren hasta las 12:00 h.
El idioma Inglés y el criollo son las lenguas oficiales del país, aunque el francés y el hindi también están muy extendidos. La moneda es la rupia mauriciana (1€ = 31 rupias), y el cambio horario es de noviembre a marzo: + 3 horas y de abril a octubre: + 2 horas.
Rafael Calvete ©
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