sábado, 23 de mayo de 2009

(POR EL MUNDO)

EL VASA

“Un original museo naval en Estocolmo"

De todos es sabido que Estocolmo, también conocida como la "Venecia del Norte", es la auténtica capital de Suecia. Se encuentra unida, en su forma y vida al agua, pero, a diferencia de estas otras, Estocolmo es fundamentalmente una ciudad construida sobre el agua, rodeada de agua, en estrecho contacto con el agua, por lo que sus habitantes no conciben su existencia sin el mar por el que donde poder navegar a sus anchas.


Claro que esa necesidad de vivir con el "agua al cuello" no solo existe en el centro de la ciudad sino que también se extiende a todos los rincones de este hermoso país. Y, es que en la capital sueca los canales no son como esos callejones estrechos que buscan su salida en una gran avenida. Aquellos que existían hace muchos años, ya han desaparecido, y hoy quedan solamente las aguas grandiosas que forman pequeñas lagunas abiertas y soleadas entre isla e isla, como lo demuestra su famosa bahía o el no menos famoso archipiélago de Estocolmo.


Gracias a ello, esta ciudad cuenta con uno de los museos más bonitos y originales del mundo: el Museo Vasa, donde se conserva un buque de guerra de la Armada sueca del siglo XVII, con tres mástiles, que se hundió en el puerto durante su primer viaje en 1628, siendo recuperado tres siglos más tarde gracias a las avanzadas tecnologías del momento. El barco se expone hoy día en un museo construido expresamente para él, y que se encuentra muy cerca del centro de Estocolmo.


Este museo es por tanto una visita obligada ya que además del mencionado galeón que lleva su mismo nombre y que ha sido perfectamente restaurado, es también una universidad flotante para todos aquellos que deseen conocer la verdadera historia de este navío. Es aconsejable visitar los cinco niveles del museo en donde a parte de poder contemplar el Vasa, desde sus distintos ángulos, hay unas salas adyacentes en las que se exhibe menaje y curiosidades de épocas pasadas.


El Museo Vasa (Vasa Museet), que alberga el único buque del siglo XVII que se conserva intacto, se encuentra en una pequeña isla con solo 800 habitantes, llamada Djurgarden, es el más visitado de toda Escandinavia, con más de 800.000 visitantes anuales. Se trata de un gran logro de arqueología marina cuyo contenido permite un acercamiento a la vida de los marinos de aquella época. Su hundimiento se produjo en aguas de la bahía de Estocolmo, aguas no saladas, justo al dejar el muelle en su primer viaje, debido a una fuerte ráfaga de viento y a la mala ubicación de la carga que transportaba. El Vasa (Wasa) era un navío de guerra orgullo de la Armada sueca, con 64 cañones de bronce que pesaban 80 toneladas, y con una dotación de 130 marineros y 300 soldados que fue rescatado de su naufragio el 24 de abril de 1961.


La historia de este navío real de 70 metros de eslora por 11,50 de anchura, también nos cuenta que en el año 1628, concretamente el 10 agosto, realizó su primera salida y se hundió a escasos metros del puerto donde se encontraba atracado. Tras varios intentos para su rescate fue elevado a la superficie por fin, y tras permanecer 17 años protegido para impedir que se pudriera, se expone desde 1990 en el museo que lleva su nombre. Aunque ya en 1664 se hiciera un intento para rescatar el mencionado navío, solo se llegó a conseguir rescatar con una primitiva campana de inmersión 53 de los 64 cañones ligeros que llevaba cuando se hundió. Pero, 400 años después de su hundimiento se logro subir a la superficie este bello navío de aquella época. Hoy es el único del mundo que se conserva completamente, y en el interior del museo es posible ver películas en dieciséis idiomas, así como planos del barco, y estudiar y hacer experimentos con el navío Vasa. Anders Franzén, un investigador particular, comenzó a buscar el navío Vasa a principios de 1950.

Desde que era niño, se había sentido fascinado por los restos que había cerca de la casa de sus padres en el archipiélago de Estocolmo. Tras estudiar las posibilidades de rescatar el Vasa. Franzén comprendió la importancia de este descubrimiento para otros barcos hundidos en el mar Báltico. Y, en 1956 redescubrió el Vasa. Aquel barco que había construido el ingeniero naval holandés Henrik Hybertsson por orden de Gustavo Adolfo II, rey de Suecia. Su construcción duró unos dos años. Y contaba con tres palos que podían llevar hasta diez velas. Medía 52 metros de la punta del palo mayor a la quilla y 69 metros de proa a popa, y pesaba 1200 toneladas.



Una vez en la superficie, al principio se roció el Vasa con agua de la bahía mientras los expertos dilucidaban la mejor manera de conservarlo. Se eligió como conservantes el polietileno clicol, un producto ceroso soluble en agua que penetra lentamente en la madera y reemplaza al agua. Se roció el navío con esta solución durante varios años. Pero, junto con el Vasa se recuperaron además cerca de 14.000 objetos de madera, incluidas 700 esculturas, que se conservaron individualmente y luego se volvieron a reunir en su ubicación original dentro del buque.
La tarea fue complicada, igual que si se resolviera un rompecabezas. Los navíos de guerra del siglo XVII no eran sólo máquinas de guerra, sino también palacios flotantes. Las esculturas recuperadas del Vasa contenían restos de dorados y de diferentes tipos de pinturas.
Hoy día, su buena preservación depende por completo de una atmósfera estable, ya que mientras estuvo sumergido, los pernos de hierro se oxidaron y ennegrecieron la madera de roble, aunque la investigación sobre los hallazgos todavía continúa. En el museo seexhiben muchas piezas únicas que hacen revivir una época ya pasada,y a sus gentes.
El museo permanece abierto todo el año, excepto el 1º de Enero, así como del 23 al 25y el 31 de Diciembre.
La Oficina de Turismo de Suecia en España ofrece un teléfono de información al público: 914 14 09 10, así como una página web: http://www.visit-sweden.com/.

Rafael Calvete ©

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