viernes, 26 de junio de 2009

(Relatos de un Aventurero del siglo XX y XXI)

CON LOS AIZO DE GAMBIA,

EN LA VENECIA DEL BRONCE

Al descender del jeep, una hilera de niños me asaltó, literalmente hablando, y me esforzaba por entender qué era lo que querían. Mi guía me explicó que los chiquillos aizo deseaban darme sus direcciones para que les enviara algunas postales de mi país ya que eso les hacía mucha ilusión. Sin embargo, yo sabía que si lo hacía no iban a llegar a su destino. Por ello, decidí sacar mi vieja cámara de fotos Polaroid y retratarlos uno a uno y entregárles las fotos en aquel mismo instante.



Vista de la ciudad flotante en el lago Nokoue, desde tierra y desde el aire


Los niños aizo son todos muy vivaces y con unos ojos que irradian alegría; algunos van totalmente desnudos, al igual que los adultos. Otros van vestidos únicamente con algo de ropa. Al fondo del poblado observo dos albinos, evidente punto de uniones entre familiares de la misma sangre. Son una raza especial que vivían en Benin, antiguo Dahomey, aunque en la actualidad se les puede localizar en Gambia, en una pequeña ciudad compuesta de 3000 palafitos sobre el lago. Culturalmente son una de las curiosidades más vistosas de ese país, y tienen un dialecto muy especial, con infiltraciones de la lengua de los fon, una tribu que vive en tierra firme. Desde hace siglos habitan sobre la gran laguna, a pocos kilómetros de Cotonon, el más importante centro de comercio del país.


Niño aizo con gracioso peinado

Una barca me espera para transportarme hasta la aldea de Gambia, a través del agua. Este lugar me recordaba a la bella ciudad italiana de Venecia, ya que también aquí la vida se concentra en el agua y sobre el agua. Las grandes ceremonias rituales, como las fiestas de la "fecundación de las aguas", se desarrollan sobre las canoas. Una Venecia prehistórica, podría decirse, o de la Edad del Bronce. Especialmente los niños –éstos tienen una sorprendente habilidad en el agua y para trepar y caminar sobre los palos cruzados que sujetan las cabañas. Se encuentran niños por todas partes, siempre listos para zambullirse, para saltar de una canoa a otra…Cada aizo posee una embar cación, como nosotros poseemos un coche. Pescan con una red que lanzan al agua con gran habilidad, captu rando toda clase de peces de esa zona.


Rostro tatuado de una joven mujer aizo



Típica choza aizo en el poblado lacustre


Mujeres mayores aizo con la cara tatuada y el torso descubierto



La laguna está llena de pescadores; la "Venecia de la Edad de Bronce" tiene mucho que hacer para sobrevivir a pesar de los elementos modernos introduci dos en Benin. Y no es escaso el movimiento si pensamos que los pescadores aizo son, por lo menos, cien mil y todos ellos ligados a su antiguo, húmedo ambiente lacustre, al agua de sus padres, bajo la protección del dios Hu (el mar), fuente de todo bien, que lucha contra Ri (la tierra), que quiere absorber el agua.



Juego típico africano awelé con piedras, semillas, bolas...

Gambia está situada al sur de Benín, y en las cercanías de la capital del país Porto-Novo. Se la conoce como la Venecia Africana ya que la ciudad se levanta sobre las aguas del lago Nokoue, apoyada en ocasiones en pequeños islotes que configuran una serie de canales, en una organización realmente caótica. Es Patrimonio mundial de la Unesco desde 1996.


Rafael Calvete ©


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