lunes, 18 de enero de 2010


(HOTELES DEL MUNDO)





Hospedería Duques de Medina Sidonia

“Un pequeño refugio para descansar a cuerpo de rey


El Palacio de los duques de Medina Sidonia se sitúa en la zona alta de la ciudad, ocupando el lugar donde anteriormente estuvo ubicado el antiguo alcázar islámico durante los siglos XII y XIII, y del cual aún se conserva parte de sus estructuras por el interior del palacio. A partir de aquél núcleo primero se fueron integrando sucesivamente una serie de pequeñas edificaciones cuyo ensamblaje total, con el paso del tiempo, ha dado lugar a lo que es hoy en día, el actual palacio ducal: un conjunto arquitectónico de diferentes estilos y cronologías que se extiende por una amplia zona de una antigua ciudad medieval, hoy conocida como Sanlúcar de Barrameda.





Las transformaciones más importantes se llevaron a cabo a partir del siglo XV cuando los duques deciden trasladar su residencia tradicional de Medina Sidonia a sus tierras de Sanlucar atraídos por el auge económico que experimentaba esta ciudad, convertida en puerta de entrada obligatoria para los buques hacia el gran puerto de Sevilla y posteriormente hacia el Nuevo Mundo. Ya durante esta época levanta uno de los antiguos patios, presidido por una doble logia mudéjar y el Salón de las Columnas. Más tarde, durante el siglo siguiente, se levanta otro salón, el de los Mármoles así como la fachada principal del palacio.




Todo el edificio ofrece una arquitectura de gran sencillez que se organiza según una equilibrada composición de huecos, de clara influencia clásica italiana, con tres frentes a un patio común separado del exterior por una reja y una cancela de hierro. La fachada principal presenta además el escudo de la Casa Ducal labrado en piedra y situado a la derecha del edificio, junto al acceso principal al palacio. Es digna de mención la gran reja central, una valiosa pieza gótico- renacentista del siglo XV que procede del palacio ducal de Sevilla. En la actualidad, existe una Hospedería con su cafetería que está pegada al Palacio, y una ona de sus jardines está abierta para que el público los pueda visitar, así como parte del palacio que también puede ser recorrido en visitas guiadas por un grupo de voluntarios que apoyan a la Fundación y que hacen a la vez de guías.




Pero, además del palacio y de la hospedería, también habría que hablar un poco sobre esta ciudad ya que el origen de Sanlúcar viene de un bonito pueblo gaditano de 72.000 habitantes que está estrechamente ligado a la ubicación de un lugar de culto del pueblo tartesio, citado por muchos historiadores en la antigüedad. Y, aunque hoy en día todavía no se ha podido determinar la ubicación exacta del mítico reino de Tartessos, no es osado pensar que se encontrara en las proximidades de esta hermosa ciudad. Según algunos autores la antigüedad de Sanlúcar viene de unos 400 años a. C.; sin embargo, otros la atribuyen al año 1703 a.C., y tan solo unos pocos la consideran fundada por los Turdetanos en el 434 a. C.





De las posteriores dominaciones a la que fue objeto esta ciudad, tanto cartaginesa, como romana y árabe, no quedan apenas vestigios si exceptuamos los estos romanos de una supuesta aldea de pescadores y los restos de un templo fenicio encontrados en la Algaida de la ciudad. De todos es sabido que Sanlúcar fue conquistada por Alfonso X El Sabio en 1264, y en 1297 Fernando IV le otorgó un señorío a Alonso Pérez de Guzmán 'El Bueno' como premio a su heroica defensa de Tarifa. Con los Duques de Medina Sidonia, descendientes de Guzmán 'El Bueno', Sanlúcar alcanza un gran esplendor al ser capital del Ducado, obteniendo muchos beneficios y prebendas, y convirtiéndose en un importante centro financiero y mercantil. A esta época corresponde la construcción de sus monumentos más importantes.






La estratégica situación de esta pequeña ciudad como puerto anterior a Sevilla hizo que desempeñara un importante papel en la aventura americana. Colón partió de Sanlúcar en su tercer viaje el 30 de mayo de 1504, pero serían también muchos otros los que partirían hacia tierras americanas desde Sanlúcar, así, Magallanes junto a Juan Sebastián Elcano, que salieron de Sanlúcar el 30 de diciembre de 1519 en el primer viaje de circunnavegación a la Tierra.





Volviendo la Hospedería del Palacio Ducal, decir que parte de los salones y jardines del ala izquierda de este palacio han sido habilitados para hospedería y cafetería, en un ambiente de exquisito cuidado y decoración, que posibilita al público habitar parte de algunas dependencias de dicho palacio. Un edificio donde se muestra parte del mobiliario y utensilios de época, que son de alta calidad. La construcción de los jardines comienza a principios del siglo XVI, sobre una superficie de fuerte desnivel que se prolonga a lo largo de la fachada posterior del palacio, dando lugar a la realización de miradores y logias, como la levantada por el arquitecto italiano Juan Libadote en estilo manierista a finales del mismo siglo. Dicho jardín se encuentra rodeado de murallas medievales y fue diseñado por Giovanni Pannini, un paisajista italiano que combinó fuentes y estatuas con setos de boj. Además del jardín tiene un bosque de 5000 m2.




En un ala de la Hospedería se encuentra todavía el elemento arquitectónico antiguo más interesante del palacio, una fachada gótica a la actual Cuesta de Belén compuesta por una sucesión de huecos de corte medieval con decoraciones de iconografía mitológica. Durante los siglos posteriores el palacio ha tenido que acoger diversos usos poco favorecedores para su mejor conservación, tales como el ser utilizado como hospital durante la ocupación napoleónica, o incluso como cuartel en tiempos de la Guerra Civil española.





En la actualidad, el palacio además de ser residencia de la familia ducal, es la sede de la Fundación Casa de Medina Sidonia, una importante organización donde se guarda el valioso archivo histórico de esta Casa. El Palacio fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1978 y posee una situación privilegiada de gran parte de la ciudad, ubicándose en el borde de la barraca natural que divide el Barrio Alto del Barrio Bajo de Sanlúcar. La clásica fachada del palacio trasluce una gran sobriedad de líneas con escasos elementos ornamentales, a excepción de las magníficas rejas y barandillas de hierro forjado que cierran ventanas y balcones, destacando la 'Reja de la Pendencia', de estilo manuelino portugués. En su interior se encuentra el archivo privado más grande de Europa de gran interés documental. Sus salones están decorados con bellas pinturas de artistas europeos estre las que destacan algunas pinturas de la escuela española del XVII (Pantoja de la Cruz, Murillo, Zurbarán, Juan de Roelas...) , además de las obras de Goya, y una importante colección de tapices flamencos y numeroso mobiliario de los siglos XVI al XX, sin olvidar el elegante mobiliario barroco que está presente por todos los rincones del palacio. Sus amplios jardines guardan la más profunda tradición de diseño árabe.





Por la gran superficie que ocupa y por su entidad arquitectónica e histórica, el recinto palaciego se presenta como elemento configurador de un entorno muy concreto dentro de la primitiva trama urbanística.
La Fundación Casa de Medina Sidonia, fue creada por la duquesa de Medina Sidonia Luisa Isabel Álvarez de Toledo en 1990, recibiendo la donación, de parte de la duquesa, del palacio y su contenido, siendo misión de la Fundación la preservación del patrimonio donado y su divulgación.

Rafael Calvete ©




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