lunes, 3 de enero de 2011

(NOTICIAS VIAJERAS)

Una autopista en el África Salvaje

Llegado el mes de mayo, con la estación seca en el corazón de Tanzania, manadas de animales comienzan la migración por el Parque Nacional de Serengueti hacia los pastos de la vecina Kenia.

En el mes de noviembre vuelven las lluvias a su país de origen y es cuando millones de ñúes y otros animales regresan de nuevo a los pastos del Serengueti.


Jirafa en un camino del Serengueti

No cabe duda que quien haya visitado África, para bien o para mal, sabe que no existe otro lugar en nuestro planeta donde podamos encontrar tanta diversidad, antigüedad y pluralidad faunística como en el continente africano. Aquí todo está contrastado como en la mente de un loco: Las selvas más salvajes, ricas y frondosas, junto a los desiertos más grandes y antiguos del mundo, entre los que destaca el Sahara y el Kalahari. Infinidad de libros, documentos y otras publicaciones, nos cuentan la historia de algunas civilizaciones que han vivido en este gran continente negro. Pero ninguno de ellos argumenta con palabras como describir la belleza de un sangriento atardecer, es decir, al caer el sol, en el Serengueti de Kenia o de Tanzania, o en la pequeña reserva del Sabi Sabi, en el P. N. Kruger, en Sudáfrica, por mencionar algunos rincones africanos. Aunque también cabe la posibilidad de pasear por el interior del cráter de un volcán, como es el caso del Ngorongoro, en Tanzania, donde además podremos ver a infinidad de animales que nos sería muy difícil poder contemplarlos en otros lugares del mundo. Y, si lo que se pretende es hacer algo más complicado, también podríamos añadir la posibilidad de ascender hasta las nieves del Kilimanjaro, aunque para esto último creo que habrá que estar algo más preparado.

Elefantes cruzando una carretera de tierra en el P. N. Serengueti

La región del Serengueti comprende entre otros lugares de interés el P.N. de Serengueti, el Área de Conservación del Ngorongoro, las reservas privadas de Maswa y Loliondo, las Áreas de Control de Grumeti e Ikorongo, y la Reserva Nacional de Masai Mara, ya metida en tierras de Kenia. Entre la fauna de estos lugares se encuentran más de 200 especies de aves y 35 de otros animales, entre los que destacan guepardos, leopardos, jirafas, cebras, ñus, rinocerontes, impalas y elefantes. El número de elefantes había disminuido de forma alarmante como consecuencia de la presión ejercida por el crecimiento de asentamientos humanos y urbanos, por lo que hubo que confinarlos dentro de los límites de algunos de estos parques en la década de 1960.

Acacia espinosa en la sabana africana

Ahora, en los casi quince mil kilómetros cuadrados, o lo que es lo mismo en sus 1.476.300 hectáreas,en los que predominan las llanuras y pastos, aunque también existen zonas boscosas, sabanas y unos cuantos kopjes rocosos (pequeñas colinas semiesféricas en forma de cabeza, de donde procede su nombre), viven en el territorio del Serengueti cerca de doscientas mil cebras, ochenta mil búfalos, tres mil leones, trece mil jirafas, dos millones de ñúes, un millón de impalas, y más de mil doscientos elefantes, entre otras muchas especies, sin embargo, la práctica de la caza ilegal sigue creando problemas en la actualidad a las autoridades kenianas y tanzanas.


Grupo de ñúes emigrando a otras tierras

Y, ya que hemos mencionado a estos hermosos “tanques de cuatro patas”, decir que no hace mucho los nuevos análisis genéticos sobre los elefantes han confirmado que en África existen dos especies de estos grandes mamíferos, el de sabana y el de selva, más pequeño este último que el primero. Estas dos especies llevan casi tantos millones de años de evolución separada como el ser humano y el chimpancé, según el estudio de científicos británicos y estadounidenses, que compara el ADN de todos los elefantes actuales entre sí con el de los extintos mamut lanudo y mastodonte.


Bandadas de aves descansando en la sabana

El Serengueti está situado en una alta meseta que se extiende de este a oeste desde las alturas del Ngorongoro hasta el Lago Victoria, y continúa hacia el norte en la Reserva Masai Mara, en Kenia. Su nombre, deriva de la lengua masai, significa “llanura sin fin” y sus paisajes responden a la imagen mítica de un África de grandes espacios, de cielos de azul profundo salpicados de nubes, con algunos amaneceres frescos y atardeceres de fuego. El Serengueti está dividido en dos partes: la que corresponde a Kenia y la de Tanzania, extendiéndose por una gran parte del territorio regional de Mara, Arusha y Shinyanga, en el noreste de este último país.


Familia de leones caminando por una carretera de Serengueti

El P.N. de Serengueti, o Serengueti National Park, que fue declarado en 1981 Patrimonio de la Humanidad, aunque funciona desde el año 1941, es el único parque nacional africano cuya fauna lleva a cabo migraciones estacionales. Durante la estación seca (de mayo a principios de junio) millones de animales se desplazan a la parte occidental, y una vez finalizada dicha estación vuelven a la zona oriental del país, que limita con el Parque Nacional Masai Mara, en Kenia. En dicho parque existen tribus negras de guerreros Masai, que intervienen en el desarrollo de la fauna del lugar, especialmente en sus rituales, los cuales requieren de la intervención de un ñú para ser sacrificado; a veces los Masai funcionan como presa fácil para predadores salvajes como el león y el leopardo.


Pequeño grupo de cebras en la sabana africana

Este inmenso lugar, conocido en swahili con el nombre de "Maa Siringhet" es una gran llanura que alberga la concentración más alta de animales del mundo. Aquí conviven los ñúes con las gacelas, las cebras con los impalas, los búfalos con las jirafas, los elefantes con los rinocerontes, y, aunque de una forma menos ortodoxa, también los leones con los leopardos y guepardos. Además, se pueden ver ejemplares de topi, caama, raficero, oribi, dik-dik, redunca meridional y redunca bohor, cobo, antílope enjaezado, duiker gris, potamocero, jabalí verrugoso, chacal rayado, hiena manchada, próteles y babuino, entre otras muchas especies de otros animales.


Una elefanta con su cría atravesando una carretera de tierra en el Serengueti

La mejor época para visitar este parque es de diciembre a mayo. Una de las estampas más características está protagonizada por los ñúes, que cada año realizan una espectacular migración a través de la frontera entre Kenia y Tanzania, cuando a este último llegan los rebaños en el mes de noviembre. El Parque Nacional del Serengueti se encuentra a 335 kilómetros de distancia de Arusha y a 150 kilómetros del Cráter del Ngorongoro.


Manada de gacelas pastando en la sabana

Pero, hoy por hoy, si Karen Blixen, la autora de “Memorias de África” o Hernest Heminway, el autor de “Las Nieves del Kilimanjaro” o lo que es lo mismo “The Green Hills of África”, levantaran la cabeza, se encontrarían con un grandísimo problema aun sin resolver y con tramas de difícil solución. Me refiero a esa especie de carretera que el gobierno tanzano quiere abrir en mitad del Serengueti. ¿Qué vamos a hacer si se logra ese propósito? ¿Qué será de aquel espectáculo que hasta ahora íbamos viendo por los caminos de África? Si, a esos pequeños grupos de gacelas o de impalas saltando de un lado para el otro. O a los simpáticos y peligrosos jabalíes africanos, conocidos con el nombre de facoqueros, y a los grandes búfalos en movimiento que en manadas deambulan por el centro de la sabana. No lo sé.


Manada de ñúes al atardecer en la sabana

No olvidemos que el Serengueti es el lugar más conocido del continente africano, donde documentalistas de todo el mundo han utilizado miles y miles de metros de celuloide para filmar la vida salvaje de muchos animales. Aquí, en este hermoso rincón de África, se puede contemplar a la práctica totalidad de la fauna del continente negro, además de ser posible ver, con un poco de suerte, a los cinco grandes animales salvajes, o lo que es lo mismo, “The Big Five”, es decir: león, elefante, búfalo, leopardo y rinoceronte. Y, como pedir no cuesta mucho, porque no hacemos una visita a uno de sus poblados masai para fotografiar a sus famosos guerreros.


Mapa del proyecto de carretera en el Serengueti tanzano

Richard Leakey

Según el famoso ecologista y político, Richard Leakey, hijo de los famosos y mundialmente arqueólogos descubridores de los primeros fósiles homínidos e instrumentos de millones de años de antigüedad en África en el Valle de Ordubai, en una entrevista reciente con Wildlife Direct, comentaba: “Debemos recordar que el propósito de esta autopista es el crecimiento de las ciudades de Mwanza y Musoma, en el Lago Victoria, lo cual seguro que es verdad, pero seguro también que sus padres no lo habrían permitido. El señor Leakey sigue diciendo que “Después de todo, un camino sin pavimentar puede ser suficiente; la población de cada una de estas ciudades es aproximadamente de medio millón de personas. Si se proyecta a 50 años, y gracias a las nuevas carreteras, estas pueblos se convertirán en ciudades, que individualmente, tendrán de 3 a 4 millones de habitantes…”


Migración de ñúes hacia las sabanas de Kenia y Tanzania

La migración de los diferentes antílopes, al igual que la de los ñúes y cebras, que acostumbra a ser entre los meses de julio y agosto, ofrece uno de los espectáculos más fascinantes con que la naturaleza puede deleitarnos. Lo mismo que poder contemplar la vida de los leones será una experiencia que no se le olvida fácilmente a quien visita esta parte de África. Ver como la hembra del rey de la jungla sale a cazar, mientras los machos defienden su territorio, o como los cachorros juegan mientras sus padres devoran a sus presas, escuchando sus rugidos muy de cerca, es toda una vivencia que le ponen a uno los pelos de punta. A todo esto hay que añadir que Kenia y Tanzania son de los pocos lugares donde todavía quedan los míticos leones de melena color azabache.



Grupo de buitres al acecho en un árbol de la sabana africana

Además, las aves aquí son un mundo aparte: pelícanos, flamencos, grullas coronadas, ibis sagrados, chorlitos, estorninos soberbios, blancas garcetas y esbeltas avestruces, pájaros de mil colores y solitarias rapaces como el secretario o el águila pescadora, son otras de las maravillas de la naturaleza que podemos ver cuando viajemos por este territorio africano en vísperas de destrucción.


León descansado en la sabana al anochecer


Algunos ecologistas argumentan que la parte norte del Serengueti es intocable, y como tal debe permanecer. Una vía gigantesca, a través del área; bloquearía la migración física; introduciría especies invasivas; y permitiría el aumento de la caza furtiva, y al final, exterminaría totalmente la migración.

Grupo de búfalos pastando en la sabana de Tanzania

Evidentemente alterada por la protesta pública, la señora Shamsa Mwangunga, Ministra de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania, replicó: “Aquellos que critican la construcción de la carretera, no conocen nada de lo que hemos planeado... todos estamos interesados en preservar nuestros recursos naturales... nunca transigiremos en eso”. Qué bien, digo yo. Y a mí que me lo cuenten.


Familia de jabalís africano en la pradera del Serengueti


Sin embargo, la anteriormente mencionada señora Mwangunga ahora ratifica que la carretera que conectará la región Serengueti-Laliondo, con la red nacional de carreteras principales, no impedirá el cruce del Parque Nacional de Serengueti; sino que sería enrutada de tal forma que no afectará los patrones de migración de la vida salvaje, ya que, según dice, se destruiría su entorno solamente al pavimentar 40 millas de carretera, de dos carriles, que atraviesan este bello Parque Nacional que es el Serengueti.


Mujer masai en un poblado del Serengueti

Yo creo que los habitantes de Tanzania no deberían únicamente evaluar el impacto de una angosta franja de carretera, tal como la visualizamos ahora; es seguro que la vía no será solamente eso que se menciona, al menos dentro de 30 a 40 años. Habrá una vía de ferrocarril paralela y probablemente habrá una autopista de 3 o 6 carriles en cada dirección. Esto, con toda seguridad, acabará con la migración, y seguidamente con el continente africano.



El rey de la selva al acecho de alguna presa

El señor Leakey sostiene que si la carretera comienza a dificultar el cruce - debido al continuo flujo de tráfico- en cualquier sentido, los ñúes, y otras criaturas, no podrán cruzar y regresarán a sus territorios por temor. Si los animales no pueden terminar su migración, se verán forzados a arrasar las áreas de pastoreo en Tanzania, lo que conducirá al desplome de la población y la migración desaparecerá para siempre. No está mal.



Familia de jirafas en una pradera del P. N. Serengueti

Es lamentable que las autoridades de Tanzania estén luchando con los ecologistas por el proceso de desarrollo, en vez de darse cuenta que la migración de ñúes, y otros antílopes, es necesaria y parte integral de los futuros planes de desarrollo de la región. La migración ya atrae decenas de millones de dólares en ingresos por turismo para Tanzania; si la migración se conserva intacta, el crecimiento continuará, especialmente con la apertura de la comunidad de África del Este y el convenio comercial con Kenia.


Grupo de safaristas en medio de la sabana


Visto lo visto, se han propuesto dos rutas alternativas que permitirán el movimiento del comercio hacia el occidente de Tanzania, al ir desde el sur de Serengueti hasta el norte de Kenia. El proyecto será largo y más costoso, sin embargo, la financiación no debería ser una barrera, dada la importancia de la migración. Adicionalmente, Leakely dice que los habitantes de Tanzania proponen una carretera elevada que cruce el Serengueti, de tal forma que los animales puedan moverse libremente por debajo. Tal carretera comenzaría a tener un importante significado para la visita de los turistas a Serengueti, incrementando así los ingresos por concepto de turismo. Al parecer las cosas empiezan a tener sentido.




La Garganta de Ordubai donde se encontraros los primeros huesos humanos


“Es responsabilidad del gobierno de Tanzania desempeñar su papel para proteger los recursos naturales básicos, para las futuras generaciones de los países; el tomar deliberadamente una acción, que podría diezmar uno de los grandes espectáculos de la fauna del planeta, es una responsabilidad muy grande”, dice Richard Leakey.


Manada de impalas en medio de la sabana de Kenia


Leakey exhorta al gobierno de Tanzania y a la agencia financiera, que está cambiando el esquema, a pensar muy cuidadosamente acerca de las consecuencias de la carretera, dentro de 50 a 100 años; en vez de tomar decisiones políticas ciegas, las cuales tendrán un impacto permanente en el medio ambiente.


Leona en la sabana del Serengueti


Es lamentable que el gobierno de Tanzania esté desperdiciando su popularidad mundial, basada en el reconocimiento por la conservación, y que comenzó con la valoración a los esfuerzos de su primer presidente, Julius Nyerere. “Al aceptar la administración fiduciaria de nuestra fauna, solemnemente declaramos que haremos todo lo que esté a nuestros alcance para garantizar a los nietos de nuestros hijos el poder de disfrutar esta rica y preciosa herencia”. Dr. Julius K. Nyerere.










































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